Trastornos de la Conducta alimentaria y la imagen

Chica preocupada por su imagen

Los trastornos de la conducta alimentaria y de la imagen son una serie de afecciones centradas en uno de los siguientes dos elementos:

  • El malestar con la propia imagen ya sea en su conjunto, por ejemplo, ante la idea de no tener el “tipo adecuado”, el peso idóneo, la figura que “deberíamos tener”, o ante una parte específica de nuestro cuerpo.
  • La dificultad para controlar el apetito y la ingesta.

Dentro de los trastornos centrados en el malestar que provoca la imagen del cuerpo estarían la bulimia nerviosa, la anorexia nerviosa y el Trastorno Dismórfico Corporal, en el grupo de los trastornos de la dificultad para controlar la ingesta de alimentos tendríamos el Trastorno de Atracones y el Síndrome de Ingesta Nocturna.

Cada uno de estos cuadros clínicos se presentan de manera diferente y con distintos grados de complejidad y peligro, sin embargo, uno de los elementos que tienen en común es que todos ellos parecen estrategias disfuncionales de enfrentarse a la ansiedad y el malestar.

Anorexia y Bulimia

En el caso de la anorexia, la crítica social y la anancastia (necesidad patológica de perfección y orden) se combaten con un control férreo de la alimentación. Esto, al comienzo hace que la persona mejore su imagen, incluso que reciba algún piropo por haber adelgazado, por estar “más guapa”… lo que refuerza la conducta, que en ocasiones se mantiene hasta que la pérdida de peso se vuelve crítica, se producen percepciones irreales del estado físico, aparecen rituales alrededor de la comida con el fin de restringirla y controlarla…

En la bulimia se da una imagen desproporcionada e irreal de cómo es la figura “adecuada”, junto a una dificultad importante de controlar la alimentación, motivo por el cual quienes se ven aquejadas de esta dolencia tienen atracones seguidos de mucho malestar y conductas compensatorias, con lo que suben y bajan de peso constantemente.

Tanto en la anorexia como en la bulimia es habitual que aparezcan todo tipo de conductas compensatorias como el ejercicio excesivo, purgas y toma de laxantes, restricción de cierto tipo de alimentos y de la cantidad en general…

Conductas de purga

Trastorno de Atracones y Síndrome de Ingesta Nocturna

El Trastorno de Atracones y el Síndrome de Ingesta Nocturna son dolencias en las que el factor anímico y las emociones tienen también un papel muy importante, ya que aparece en personas que no han desarrollado habilidades de afrontamiento de los problemas, o capacidad para tolerar la ansiedad, y la alimentación desproporcionada se convierte en una “vía de escape emocional”. Los primeros episodios suelen aparecer tras algún suceso con una gran carga emocional, circunstancias dolorosas, aversivas o altamente ambiguas, que la persona no se siente capaz de afrontar, por lo cual aprovecha cualquier refuerzo a su alcance para mejorar su estado de ánimo, en este caso, el alimento.

Tras diferentes ocasiones, la persona con Trastorno de Atracones y/o Síndrome de Ingesta Nocturna, aprende a sobrellevar con la comida las situaciones que le causan dolor, angustia o malestar, al mismo tiempo que desarrolla un sentimiento de culpa por ser incapaz de controlar la cantidad de alimento que ingiere (muchos de los cuales son azúcares, procesados, alimentos hipercalóricos…), su autoestima se ve reducida y su estado de salud empeora.

Persona comiendo de noche

¿Cuáles son los tratamientos que ofrecen mejores resultados?

A la hora de trabajar este tipo de trastornos, la Terapia Familiar, la Terapia Interpersonal y la Terapia Familiar Sistémica han ofrecido buenos resultados en elementos tan importantes en estos casos como son el entorno familiar del paciente, los valores que han precipitado o mantienen la situación y el discurso familiar. En relación al cambio de hábitos por unos más sanos, la Terapia Cognitivo Conductual es la primera herramienta a la hora de acompañar en el tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria y la Imagen, siendo la Terapia de Aceptación y Compromiso muy adecuada para trabajar las preocupaciones y rumiaciones que pueden estar dándose, y la Terapia Dialéctico Conductual especialmente efectiva en casos de mucha desregulación emocional (estado de ánimo reactivo). Por último, es importante que el/la terapeuta cuente con fuertes habilidades en Entrevista Motivacional, ya que muchas de las personas con trastornos de la imagen son poco conscientes del problema, e incluso, no consienten la terapia al considerarla contraria a sus intereses.

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