Orientación académica y laboral
Orientación académica y laboral. Puede parecer que sólo elegimos a qué dedicarnos cuando acabamos los estudios, y sin embargo, la orientación profesional es una tarea que en estos momentos de la vida, es continua. Necesitamos reenfocar nuestra carrera, nuestra profesión, nuestra especialidad, varias veces en la vida. No sólo depende de nuestros gustos y habilidades, sino también a veces está condicionada por el mercado laboral y el contexto socioeconómico en el que vivimos, así como en nuestras necesidades personales, que van variando en función también del momento vital en el que nos encontramos.
¿En qué consiste la orientación académica y laboral?
El trabajo que se realiza en psicología para ayudar a las personas a elegir a qué dedicarse o qué estudiar, supone un ejercicio de descubrimiento personal. En concreto se basa en cuatro aspectos que tienen que ver con qué es lo que nos gusta, qué es lo que se nos da bien, nuestros rasgos de personalidad y nuestros valores personales, y todo ello, confrontarlo con el mercado laboral. Tener en cuenta estos factores y no otros se debe a una serie de premisas:
- En primer lugar, que aquello que nos gusta generalmente se nos da bien, en parte porque le dedicamos más tiempo, nos agotamos menos cuando nos ocupamos con ello y, en definitiva, es algo con lo que no nos importa esforzarnos e incluso nos satisface saber más e investigar.
- En segundo lugar, lo que se nos da bien, no sólo suele gustarnos, además es gratificante. Saber que hay algo en lo que destacamos es un gran refuerzo para que lo hagamos más, para sentirnos bien haciéndolo y para mejorar nuestra autoestima.
La suma de estos dos puntos son la explicación principal por la cual se suele decir que trabajar en “nuestra pasión” no es un trabajo. Dicho de otra manera, quien se dedica a aquello que haría en su tiempo libre puede considerarse una persona muy afortunada.
¿Es importante nuestra manera de ser a la hora de elegir trabajo o estudios?
Otro factor que se tiene en consideración son los rasgos de personalidad, y este es un elemento importante ya que; que seamos más o menos sociales, más o menos abiertos a nuevas situaciones o al cambio, más o menos amables, más o menos emocionalmente estables, o que nuestro nivel de escrupulosidad y diligencia sea alto o bajo, determinará en gran medida no solo nuestro éxito, sino también lo fácil o difícil que puede resultar el día a día, y esto es muy importante, ya que una elección académica o un trabajo requieren un compromiso duradero.
Por último, lo más normal es que en nosotros mismos se den diferentes valores, creencias personales sobre lo que es importante o lo que esperamos de la vida y de nosotros mismos, que pueden incluso resultar contradictorias entre sí. Descubrir nuestros valores es un ejercicio que va desde acciones sencillas, como cuando decidimos si para nosotros es importante la lealtad, la honestidad, la bondad… hasta el sacrificio que supone decidir entre carrera profesional y familia, o
entre seguridad para nosotros y los nuestros, y aventura y cambio a pesar de los riesgos que entrañen.
Por otro lado, evaluar en qué medida nuestros valores son propios o introyectados (valores que no son realmente importantes para nosotros, pero que nos hacen sentir mal cuando no cumplimos con ellos, como pueden ser los valores de nuestros padres o familia, de la sociedad, de lo que se espera de mí y “lo apropiado”…), puede volverse arduo ya que muchos de estos pensamientos, de estas normas sobre cómo comportarnos en la vida, pueden operar a un nivel implícito que marca nuestra conducta sin asomarse sobre la superficie de nuestros pensamientos, de no ser por alguna frase o idea surgida durante un momento de dolor emocional.
Entender todos estos factores de nuestra manera de ser, de comportarnos ante la adversidad, de evaluar los peligros y agradecer los refuerzos que encontramos por el camino, puede ayudarnos a orientar nuestra carrera en una dirección que apoye nuestras fortalezas y reduzca el impacto de las debilidades que acarreamos. Nos sirve para tomar decisiones y valorar el nivel de compromiso que podemos esperar de nosotros mismos. Nos ayuda a desempeñarnos de manera apropiada a nuestras habilidades, a conocer nuestros límites y a cuidarnos para no quemarnos.
¿Qué técnicas se utilizan en Orientación académica y laboral?
La orientación académica y laboral se sirve de una serie de escalas y test psicométricos para valorar estos elementos personales, y de técnicas y tratamientos enfocados a la conciencia de las fortalezas y el fomento de la toma de decisiones, como puede ser la Terapia Centrada en Soluciones, la Terapia Analítico Funcional o el Entrenamiento en Resolución de Problemas.
Si te sientes estancado/a en tu trabajo, no sabes de qué manera afrontar el día a día, o estás pasando por un momento de crisis vital y necesitas reciclarte, en Acierta podemos ayudarte.