Trastorno de Estrés Postraumático

Trastorno de estrés postraumático

El Trastorno de estrés postraumático es un trastorno que aparece como consecuencia de una situación que ha causado, o causa, un alto impacto emocional. En algunas ocasiones aparece al poco tiempo del suceso, pero también, puede surgir cuando han pasado meses, incluso en algunas ocasiones, años después.

¿Cómo surge el Trastorno de Estrés Postraumático?

Los motivos que pueden desencadenar un TEPT son variados, pero todos ellos tienen un alto coste emocional. Por ejemplo, las personas que sufren un accidente de tráfico, que son agredidas o asaltadas por la calle, víctimas de violación, testigos de asesinatos o de muertes accidentales… pueden desarrollar un Trastorno de estrés postraumático. En otras ocasiones aparecen ante situaciones que requieren un alto grado de control emocional prolongado en el tiempo, como podría ser el caso los implicados en una situación bélica, las víctimas de acoso o los rehenes de un secuestro.

Todas estas situaciones tienen en común una alta demanda emocional, que socaba nuestras fuerzas. Si recordamos lo que veíamos en la publicación sobre el estrés:

“La sensación de estrés se produce cuando hacemos una apreciación negativa de nuestras habilidades, del tiempo que tenemos disponible para la tarea y de su dificultad…”

Si nos fijamos en los ejemplos anteriores, nadie suele estar preparado para afrontar tales situaciones y, de manera inmediata o al cabo de un tiempo, puede desarrollar los síntomas típicos que aparecen en el TEPT, como son los recuerdos angustiosos intrusivos, pesadillas relacionadas con el suceso o sueños que evocan emociones relacionadas con el evento (aunque no se recuerde el contenido), disociaciones (pérdidas de la conciencia o experimentación de la realidad como si se estuviera “viendo desde fuera”), flashbacks (reexperimentaciones de los hechos traumáticos), y malestar psicológico y reactividad fisiológica ante estímulos que simbolizan o recuerdan algún elemento de la situación vivida.

Persona sufriendo una disociación

¿Cómo se comportan quienes sufren un TEPT?

Las personas que sufren de TEPT suelen evitar de manera activa ciertos estímulos, situaciones o personas que les recuerdan de alguna manera el hecho traumático, o que disparan las vivencias intrusas que pueden captar por completo su atención y conciencia.

Pueden desarrollar amnesias retrógradas, que les impidan recordar parte o todo lo sucedido o, por el contrario, hipermnesias, por medio de las cuales recuerdan de manera muy precisa cada uno de los detalles de una escena específica o de todo el evento.

Sufren creencias muy distorsionadas como: “el mundo es un lugar muy peligroso”, “soy una persona que ya no vale nada”… o sobre las causas de lo ocurrido: “merezco lo que me sucedió”, “soy malo/a y por eso me pasó esto”…

Se produce un estado emocional aversivo persistente, a través de emociones como la ansiedad, el miedo, el asco, la culpa o la vergüenza. Se reduce el interés en las actividades gratificantes y significativas, también disminuye el apego y la búsqueda del contacto con los demás, y se da una pérdida de la capacidad de experimentar emociones gratificantes como la alegría, la calma, el orgullo…

 

¿Cuáles son los tratamientos que ofrecen mejores resultados?

Los tratamientos que mejores resultados han tenido son las Terapias Cognitivo Conductuales Centradas en el Trauma, en donde se utilizan técnicas de exposición narrativa e imaginación y reestructuración cognitiva, la Terapia Cognitiva para TEPT y la Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento de los Movimientos Oculares (EMDR).

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