Duelo

El duelo es el proceso por el que pasamos cuando perdemos a una persona importante en nuestra vida; un padre, una madre, un hijo, nuestra pareja…
¿Qué tipos de duelo existen?
Existen diferentes procesos de duelo: los que aparecen tras la muerte de un ser querido, los que se dan como consecuencia de una ruptura y aquellos que tienen que ver con la pérdida de algo muy significativo que nos definía (como el duelo migratorio para quienes abandonan su tierra natal, el que se produce cuando dejamos de trabajar en un lugar específico o cuando acaba nuestra vida activa, el que sufren algunos deportistas cuando dejan de competir…)

¿En qué consiste el proceso del duelo?
El proceso de duelo es algo natural, es un tiempo en el que intentamos integrar la pérdida y nos recomponemos para afrontar la nueva realidad, sin embargo, en algunas ocasiones ese proceso se puede volver complicado y perdurar más de lo habitual, sumirnos en estados depresivos y generar problemas de adaptación. El riesgo de padecer un duelo patológico se multiplica cuando la pérdida se produce de manera imprevista (ruptura sin explicación, enfermedad terminal inesperada…), o traumática (accidente, asesinato…)
Valorar si un duelo se ha vuelto patológico resulta difícil, ya que quienes están pasando por este proceso lo hacen de manera similar cuando ocurre de manera natural y cuando sucede de forma más compleja. Sin embargo, el malestar que se experimenta en el duelo patológico es mucho mayor, más inhabilitante y se proyecta a todas las parcelas de la vida de la persona durante mucho tiempo. Para quienes sufren este estado, la pérdida se vuelve el elemento central de sus vidas; el discurso, los pensamientos y las preocupaciones giran en torno a la persona perdida, y la motivación para mejorar y volver a sentirse mejor es muy baja o inexistente. Sólo quieren volver al pasado y recuperar lo que ya no tienen.

El acompañamiento durante el duelo requiere unos niveles muy altos de delicadeza y empatía. Las personas que pasan por este proceso necesitan integrar las emociones que sienten (la tristeza, la culpa, la ira…), no escuchar que hay otra persona esperándoles a la vuelta de la esquina, o que con el tiempo ese dolor se pasará. Quienes padecen un duelo patológico necesitan descubrir “quienes son tras la pérdida”, un camino de autodescubrimiento por el que en ocasiones no queremos transitar.
¿Cuáles son los tratamientos que ofrecen mejores resultados?
Hay varios tratamientos psicológicos que han demostrado resultados para el duelo, aunque cada uno se centra en diferentes elementos, como por ejemplo, la Terapia Racional Emotiva y la Terapia Cognitiva, que buscan deshacer las creencias que mantienen el malestar y el estado de desmotivación. La Terapia Sistémica, que ofrece a la persona en duelo un espacio emocional para trabajar la idea de quien “se ha ido” y la construcción de ritos de recuperación ante la pérdida. La Terapia Metacognitiva, con la que se procura modificar la idea que tiene sobre sus propios pensamientos y cómo los evalúa, reduciendo así la experiencia aversiva de los mismos…
Por todo esto, en Acierta consideramos que la mejor manera de afrontar terapéuticamente el duelo es realizar un abordaje integrador, que resulte flexible ante las demandas de la persona que lo recibe, y se beneficie de las técnicas que ofrezcan un mejor resultado para cada situación.